Tailandia, esa exótica parada de visita obligatoria que ofrece la posibilidad de realizar un viaje único en tu vida, ya sea acompañado o solo, ya que con el sinfín de mochileros que la visitan anualmente es muy sencillo conocer gente y hacer tu paso por allí más ameno. Además, es una región donde es muy barato el hospedaje así como la comida, como en casi todo el sudeste asiático.
El principal núcleo de población y, a su vez, la ciudad más grande del país no es otra que Bangkok, que cuenta con una especie de barrio para mochileros (si esa es la forma de viaje que tienes pensado) con distintos hoteles y hostales, que también está cerca de los lugares turísticos de la ciudad. Asimismo el Palacio Real con sus diversos templos, el Wat Pho que posee el famoso buda gigante reclinado o el Wat Saket, o también conocido como Golden Mountain por su apariencia y su localización en lo alto de una colina, rodeado de un precioso paisaje verde, dos lugares que no pueden faltar al pasar por allí.
Aunque la belleza y la grandeza de Bangkok no está únicamente en sus fastuosos monumentos ni obras arquitectónicas, ni mucho menos, su verdadera belleza está “en la calle”. Esto se explica de una manera muy sencilla, lo bello de la capital tailandesa está en callejear, descubrir por ti mismo los verdaderos rincones mágicos que poseen la auténtica esencia de la belleza del país. Es más, la ciudad lidera numerosos rankings como una de las mejores del mundo para comer por la calles gracias a su amplia variedad de puestos de comida realmente tentadores y apetitosos para el turista.
Por otro lado, el abanico de posibilidades para hacer en esta bella parada es muy amplio, desde la oportunidad de visitar increíbles centros comerciales repartidos por la ciudad o incluso la ocasión de pasear alguno de los barrios rojos que pueblan la ciudad, donde no sólo los turistas acuden.
Todo esto se podría resumir como una visita a la Tailandia más profunda y tradicional, donde vive la mayoría de sus habitantes. Pero eso no quita que no haya playas paradisíacas y complejos hoteleros de lujo, aunque para ello te tendrás que desplazar al sur. Allí te estarán esperando esas costas de película donde podrás disfrutar de un merecido descanso y maravillarte con las vistas que te regalarán, definitivamente será un país del que no te olvidarás nunca
Fotografía © Guillén Pérez