Provincia que pertenece a la República Dominicana y situada a poco más de 100 kilómetros de la capital Santo, La Romana es ese destino turístico que todo amante de las costas caribeñas desearía visitar, para una información detallada y concreta haz clic aquí.
Caracterizada por ser una provincia tranquila y acogedora, la capital de la misma recibe el mismo nombre, La Romana, ciudad creada gracias a la producción de azúcar decenas de años atrás. El centro de la misma está compuesto por varios bungalows de madera, además de un parque conocido como Duarte. En las proximidades del mismo se celebra un mercado todos lo sábados en el que se ofertan productos típicos de las costumbres y tradiciones locales, orientado en gran parte al turista. En las proximidades de la ci
udad, a lo largo del Mar Caribe se ubican distintos hoteles habilitados para poder disfrutar de unos días increíbles gracias a su excepcional servicio y a los complejos construidos con el único propósito de buscar la satisfacción y el confort de los potenciales turistas.
Si eres un apasionado de las excursiones y los viajes marítimos, este lugar te ofrece incontables opciones en alta y baja mar, un variado abanico de posibilidades, con avistamiento incluido de especies acuáticas que sólo se encuentran en dicha zona, donde profesionales de la fauna local te proporcionarán un equipo adecuado para realizar dicha actividad. Por otro lado tendrás la opción de visitar en lancha la isla de Saona o ver el Parque Nacional Oriental, una reserva natural que cuenta con especies animales únicas en el mundo, tantas que algunas se encuentran en peligro de extinción. Así pues, las podrás observar mientras campan a sus anchas en su terreno natural, siempre respetando el ecosistema y no perturbando de ninguna manera la tranquilidad de los animales.
Dicho parque cuenta con más de 100 especies (pájaros, pelícanos, delfines, tortugas de mar y diversos mamíferos terrestres) que son alimentadas y protegidas por los cuidadores del parque, que velan por su seguridad. También hay ciertos tipos de plantas trepadoras que se van hacia el mar, zona que sirvió de refugio a Colón y su tripulación durante su segunda travesía. Un lugar único en el mundo.